HOMOLOGACIÓN, REGULARIZACIÓN Y PROBLEMÁTICA DE LA ENFERMERÍA VETERINARIA EN ESPAÑA
Publicamos a continuacion el articulo escrito por una compañera, Laura Yanes, que nos habla de la problematica de nuestra profesión. Esperamos que os guste.
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Como siempre, cuando te pones a escribir un artículo lo que más te cuesta es el arranque, el pensar, ¿y por dónde empiezo con todo lo que quiero expresar y, sobre todo, para enganchar al lector? Como todo en la vida supongo< que por el principio…
Voy a contar mi experiencia personal simplemente como un ejemplo (de tantos y tantos que desgraciadamente hay en la actualidad en nuestro país) de mi situación profesional para, por una parte que entendáis un poco la problemática o VACIO que hay en relación a la Enfermería Veterinaria en España y, por la otra, por qué no decirlo, para desahogarme yo un poquito.
Soy licenciada en periodismo y tengo el certificado de Auxiliar Técnico Veterinaria. Obviamente dos profesiones que a mí me apasionan y fascinan pero que creo, de las más castigadas y con más intrusismo laboral. “Di en la diana” pero, por supuesto, nunca me arrepentiré de haberlas cursado aunque en la actualidad no me ayuden a pagar mis facturas.
En este caso me voy a centrar en la última, la de ATV. Para empezar… ¿Me puede decir alguien cuál es el nombre oficial de este cargo o profesión? ¿Hay alguna diferencia entre los distintos vocablos que emplean cada negocio, empresa o universidad para definirlo? Lo digo porque no me parece normal que haya tantos, eso crea caos, confusión… Enumero todos los que yo he escuchado: Auxiliar Técnico Veterinario, Ayudante Veterinario, Asistente en Centros Veterinarios y Enfermero Veterinario… Es más, me dio por buscar todas estas palabras en el diccionario de la Real Academia Española y ni aparecían… Increíble pero cierto.
Y seguimos señores… Lo normal es que cuando tú te imaginas trabajando en una Clínica Veterinaria piensas que tus labores son: ayudar al veterinario en el manejo con el animal, darle los medicamentos y utensilios veterinarios que precise, pesar al gato o perro, mirarle las mucosas, oídos, etc. y estar presente en las cirugías para no perder de vista las pulsaciones, como respira… Vamos, lo que haría una enfermera de humanos pero en este caso con animales. Lo que pasa que en este caso la cosa no queda en eso… En la mayoría de las Clínicas Veterinarias (y no en los Hospitales Veterinarios) los ATV también se tienen que encargar de: atender a los clientes, llevarle la agenda al veterinario, hacer los pedidos de los productos que se venden, limpiar la clínica… Y no es que me parezca del todo mal que haya que hacerlo, simplemente me pregunto si es lo que debemos de hacer o hay personas que se están aprovechando de la “bonita” situación que tenemos en este trabajo…
Más cositas… Cuando nos toca estar en el hospital por distintas razones, ¿la enfermera te lava, corta y peina el pelo? ¿No verdad? Actualmente te pones a buscar ofertas de trabajo como ATV y yo diría que el 70% de ellas son: “Busco ATV y que también tenga experiencia en peluquería canina”, “Necesito ATV y que además realice la peluquería canina…”. Es decir, un 2x1, igual que cuando buscas ofertas en comida y ropa, pues lo mismo. No considero que sea nada justo. Yo personalmente adoro y tengo una enorme pasión por los animales. Lo que no implica que el tema del “tijeretazo” se me de bien. Esto claro está, te cierra muchas puertas. Por no hablar de cuando veo o me entero que veterinarios están ejerciendo como ATV, con los sueldos y responsabilidades que ello implica, generando así, veterinarios frustrados, amargados… Claro que la situación está complicada para todos, pero con tener un poco de empatía y no pisarnos unos a los otros la cosa mejoraría.
Este verano tuve una entrevista para ATV en el que habría sido mi trabajo ideal, ese que cada uno nos imaginamos y nos vemos felices día a día. Era en un Hospital Veterinario de Madrid (el nombre me lo voy a ahorrar) que me pareció una pasada. Era igual que un hospital de personas: Una recepción con dos de administración que nada tenían que ver con enfermeros veterinarios, sala de espera, 4 consultas, hospital para los animales dividido en pequeños, medianos y grandes, piscina y gimnasio para fisioterapia y acupuntura canina, cafetería con terraza… ¡Una maravilla!
El trabajo en principio era mío si aceptaba las condiciones… Empezar a trabajar en plan prueba, es decir, trabajar lo mismo que el resto sólo que no cobras un duro para ver si les gusta como trabajas, ¿Cuánto tiempo? Dependía de mí… Y ya si les gustabas y, había una plaza acorde con mi perfil, entraba en plantilla, ¿Cuánto dinero? 750€ y 40 horas semanales L. ¿En serio? ¿Tan poco valoramos a los enfermeros veterinarios los cuales tienen que tener unos mínimos conocimientos en anatomía, medicamentos, enfermedades…? ¿Que corren riesgos ya que un animal por mucho que le digas “para quieto” en muchos casos no lo hace y te puedes llevar un zarpazo o mordisco? VERGONZOSO…
Así que, con gran impotencia, rabia y los ojos llorosos, no me quedó otra que decir a mi sueño “bye bye” porque tenía que ser realista y, si ese trabajo no me daba para cubrir mis gastos y, además, me parece completamente injusto, tocaba seguir como cajera/reponedora en Lidl “Tú compra perfecta”, empresa alemana que minuto que trabajas de más minuto que te paga o te da días libres y, en el que haciendo un trabajo que necesitas CERO formación (aunque muy sacrificado y duro, todo hay que decirlo) te paga muy bien.
Pongo mi ejemplo para que pensemos de verdad si en España se valora actualmente la formación, los estudios, la cultura… Siempre apostaré por todo ello pero me costaría darle consejos a mis hijos (si los tuviera) sobre su futuro laboral.
En el caso de los Enfermeros Veterinarios toda esta problemática es a consecuencia de que a día de hoy en nuestro país, no está homologado y, debido a eso, salarios precarios, disparidad en los temarios en los cursos, vacíos legales… Es decir, el título de Enfermero Veterinario no está certificado a nivel nacional en España. Y, debido también a eso, casi cualquiera puede trabajar en una Clínica Veterinaria ya que, no es requisito fundamental estar formado en ello. No es por criticar a compañeros que trabajan en ellas y, por distintas razones no han estudiado la materia (tengo amigos que trabajan increíblemente bien y no son ATV) pero si considero que si queremos que se respete como se debe esto debería de estar oficialmente regulado.
Lo único legal que existe es lo expuesto en el BOE: http://www.boe.es/…/dias/2011/02/17/pdfs/BOE-A-2011-3096.pdf, que en resumen dice que es unacualificación inicial con denominación “Asistencia a la atención clínica en centros veterinarios”, familia profesional sanitaria y es un nivel 3 (FP). En ella aparecen los distintos módulos y contenidos a impartir en el curso y requisitos que deberían cumplir los centros que los imparten. Que aparezca en el BOE no significa que tenga una validez oficial a nivel institucional.
El pasado 21 de enero tuvo lugar en Madrid la primera reunión de la Asociación Nacional para la Homologación de la Enfermería Veterinaria. Lógicamente son muchas las personas perjudicadas por esta situación que consideran que debe de haber un cambio real y legal en esta preciosa profesión. Gracias a la unión de distintas asociaciones de ATV de las diferentes comunidades autónomas, veterinarios o simplemente personas que piensan lo mismo, se han comenzado a realizar acciones que ayuden a conseguir lo que muchos países de la Unión Europea ya tienen: Enfermeros Veterinarios Homologados.
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Publicado en el blog: 1+ en casa.